El reencuentro
Todos estaban en silencio, mirándose: Luscinda, Cardenio, don Fernando y Dorotea que volvía de su desmayo. Luscinda fue la primera en hablar, agradeciendo al cielo que a pesar de tantas dificultades en esa posada se encontraba con su esposo Cardenio. Dorotea se arrodilló ante don Fernando y llorando le dijo que él era para ella así como Luscinda para Cardenio, además de otras conmovedoras palabras que lo hicieron recapacitar soltando a Luscinda para que fuera a abrazarse con Cardenio y él mismo arrodillándose para abrazar, levantar a Dorotea y pedirle perdón por todo lo ocurrido. Así ambas parejas se abrazaron y todos los presentes celebraron entre lágrimas.
Desde: $125.00 cada mes por 12 meses
Todos estaban en silencio, mirándose: Luscinda, Cardenio, don Fernando y Dorotea que volvía de su desmayo. Luscinda fue la primera en hablar, agradeciendo al cielo que a pesar de tantas dificultades en esa posada se encontraba con su esposo Cardenio. Dorotea se arrodilló ante don Fernando y llorando le dijo que él era para ella así como Luscinda para Cardenio, además de otras conmovedoras palabras que lo hicieron recapacitar soltando a Luscinda para que fuera a abrazarse con Cardenio y él mismo arrodillándose para abrazar, levantar a Dorotea y pedirle perdón por todo lo ocurrido. Así ambas parejas se abrazaron y todos los presentes celebraron entre lágrimas.
Todos estaban en silencio, mirándose: Luscinda, Cardenio, don Fernando y Dorotea que volvía de su desmayo. Luscinda fue la primera en hablar, agradeciendo al cielo que a pesar de tantas dificultades en esa posada se encontraba con su esposo Cardenio. Dorotea se arrodilló ante don Fernando y llorando le dijo que él era para ella así como Luscinda para Cardenio, además de otras conmovedoras palabras que lo hicieron recapacitar soltando a Luscinda para que fuera a abrazarse con Cardenio y él mismo arrodillándose para abrazar, levantar a Dorotea y pedirle perdón por todo lo ocurrido. Así ambas parejas se abrazaron y todos los presentes celebraron entre lágrimas.
Todos estaban en silencio, mirándose: Luscinda, Cardenio, don Fernando y Dorotea que volvía de su desmayo. Luscinda fue la primera en hablar, agradeciendo al cielo que a pesar de tantas dificultades en esa posada se encontraba con su esposo Cardenio. Dorotea se arrodilló ante don Fernando y llorando le dijo que él era para ella así como Luscinda para Cardenio, además de otras conmovedoras palabras que lo hicieron recapacitar soltando a Luscinda para que fuera a abrazarse con Cardenio y él mismo arrodillándose para abrazar, levantar a Dorotea y pedirle perdón por todo lo ocurrido. Así ambas parejas se abrazaron y todos los presentes celebraron entre lágrimas.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.