Defendiendo el honor de Dulcinea
Luego de avanzar, pensando y hablándole a su amada sobre ese primer acto de salvación al muchacho ‘Andrés’, nuestro caballero se cruzó con unos mercaderes de seda y con tono arrogante les dijo:
-”Confiese todo el mundo que no hay doncella más hermosa que la emperatriz de la Mancha, la sin par Dulcinea del Toboso.”
Uno de ellos, en tono burlón insinuó que aunque su doncella fuera tuerta y jorobada le daría la razón.
-”Calla infame”, respondió don Quijote lleno de cólera y se preparó para atacar con su lanza. Estaba tan furioso y enojado que en el camino al ataque Rocinante tropezó y ambos cayeron al suelo.
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Luego de avanzar, pensando y hablándole a su amada sobre ese primer acto de salvación al muchacho ‘Andrés’, nuestro caballero se cruzó con unos mercaderes de seda y con tono arrogante les dijo:
-”Confiese todo el mundo que no hay doncella más hermosa que la emperatriz de la Mancha, la sin par Dulcinea del Toboso.”
Uno de ellos, en tono burlón insinuó que aunque su doncella fuera tuerta y jorobada le daría la razón.
-”Calla infame”, respondió don Quijote lleno de cólera y se preparó para atacar con su lanza. Estaba tan furioso y enojado que en el camino al ataque Rocinante tropezó y ambos cayeron al suelo.
Luego de avanzar, pensando y hablándole a su amada sobre ese primer acto de salvación al muchacho ‘Andrés’, nuestro caballero se cruzó con unos mercaderes de seda y con tono arrogante les dijo:
-”Confiese todo el mundo que no hay doncella más hermosa que la emperatriz de la Mancha, la sin par Dulcinea del Toboso.”
Uno de ellos, en tono burlón insinuó que aunque su doncella fuera tuerta y jorobada le daría la razón.
-”Calla infame”, respondió don Quijote lleno de cólera y se preparó para atacar con su lanza. Estaba tan furioso y enojado que en el camino al ataque Rocinante tropezó y ambos cayeron al suelo.
Luego de avanzar, pensando y hablándole a su amada sobre ese primer acto de salvación al muchacho ‘Andrés’, nuestro caballero se cruzó con unos mercaderes de seda y con tono arrogante les dijo:
-”Confiese todo el mundo que no hay doncella más hermosa que la emperatriz de la Mancha, la sin par Dulcinea del Toboso.”
Uno de ellos, en tono burlón insinuó que aunque su doncella fuera tuerta y jorobada le daría la razón.
-”Calla infame”, respondió don Quijote lleno de cólera y se preparó para atacar con su lanza. Estaba tan furioso y enojado que en el camino al ataque Rocinante tropezó y ambos cayeron al suelo.
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